Polinizadores
Los polinizadores son esenciales para el equilibrio de los ecosistemas y para garantizar la producción de alimentos que consumimos día a día. Estos organismos, que incluyen abejas, mariposas, colibríes, murciélagos y algunos escarabajos, desempeñan un papel crucial al transportar el polen de una flor a otra, permitiendo la fertilización y la formación de frutos y semillas. Las abejas, en particular, suelen ser los polinizadores más reconocidos debido a su eficiencia y dedicación a esta tarea.
Sin embargo, es importante recordar que otros animales, como las hormigas o las moscas, también contribuyen al proceso, aunque su impacto sea menos evidente. La diversidad de polinizadores asegura que distintos tipos de plantas puedan prosperar, fortaleciendo la biodiversidad en nuestro planeta.
Protegerlos no solo significa cuidar de la naturaleza, sino también garantizar nuestra propia supervivencia, ya que una gran parte de los cultivos que consumimos dependen directamente de estos pequeños héroes de la naturaleza.

Abejas
Las abejas son conocidas por su extraordinaria organización social. En una sola colmena pueden convivir hasta 80,000 individuos, aunque solo una de ellas ocupa el puesto de reina. La unidad de la colmena depende de la presencia y vitalidad de esta figura central. Su estructura social es altamente especializada, con cada miembro desempeñando un rol esencial. Por ejemplo, las abejas obreras llevan a cabo la importante tarea de recolectar néctar y polen, visitando hasta 100 flores en un solo día. Este incansable esfuerzo las convierte en polinizadores excepcionales, desempeñando un papel crucial en los ecosistemas. Usualmente trabajan cuando la temperatura es lo suficientemente cálida para activar los músculos de su tórax, los cuales utilizan para mover sus alas y volar con eficiencia.

Abejorros
Los abejorros se parecen a las abejas, pero son más grandes, tienen un pelaje más abundante —que puede ser negro o tener franjas amarillas, blancas, naranjas o rojizas— y pueden picar varias veces sin morir. Ese pelaje denso les permite mantenerse abrigados y comenzar su labor polinizadora desde temprano. Se alimentan de néctar y polen, y pueden viajar hasta dos kilómetros desde su nido para recolectarlos. Sus nidos son más pequeños que los de las abejas, con menos de 50 obreras, aunque en algunos casos pueden llegar a tener hasta 400 individuos. Suelen anidar en madrigueras abandonadas por pequeños roedores. Durante sus visitas a las flores, el polen se adhiere a los pelos de su cuerpo, facilitando la polinización al pasar de una flor a otra.

Moscas
Las moscas también son valiosas polinizadores. Existen muchas especies, por lo que no debemos asociarlas todas con la suciedad. Algunas imitan el color de las abejas, el vuelo de las mariposas o incluso sus hábitos alimenticios. A diferencia de las abejas, las moscas tienen ojos grandes que ocupan gran parte de su cabeza, no poseen aguijón ni bolsas en las patas para almacenar néctar. Muchas especies tienen el sentido del gusto en las patas, igual que las mariposas, lo que les permite detectar fácilmente su alimento. Las sílfides, por ejemplo, son moscas que se alimentan de néctar y polen y no parecen moscas a simple vista. Son especialmente eficaces en zonas frías, donde las abejas reducen su actividad por las bajas temperaturas.

Colibríes
Pequeñas aves tan pequeñas que pesan entre 2 y 24 gramos. Les caracterizan su pico largo y delgado con el que toman agua y el néctar de las flores, además de su aleteo de 80 a 200 veces por segundo que les permite volar en cualquier dirección, incluso hacia atrás esta versatilidad les permite llegar hasta los 95 km/h, o mantenerlos detenidos en el aire.
Algunos tienen plumas iridiscentes, es decir, que pueden cambiar de color y tonalidad; esto incluye reflejos metálicos que dependen de la luz del sol. Su lengua es similar a un popote y con ella extraen el néctar de dos formas: por succión y por filtración capilar.
Pueden ser tan territoriales que llegan a pelear entre ellos. Complementar su alimentación cazando insectos pequeños como arañas, pulgones y mosquitos. Son excelentes en su labor de polinizar, pues visitan más de 1000 especies de plantas diferentes. Hay algunas especies de colibríes que son migratorias, pues solo visitan nuestro país en ciertas temporadas del año.

Murciélagos
Los murciélagos son mamíferos adaptados para el vuelo y la vida nocturna. Proporcionan importantes servicios ambientales al ser polinizadores y cazar un gran número de insectos diariamente.
En particular, los murciélagos que se alimentan de las flores son pequeños o medianos; sus rostros alargados para alcanzar mejor el néctar en las flores grandes como las de los cactus y magueyes; tienen dientes pequeños y lengua larga y extensible con papilas especializadas para colectar néctar de las flores. Se guían por su excelente visión y olfato, lo que les ayuda a encontrar flores con néctar para alimentarse.

Escarabajos
Los coleópteros, mejor conocidos como escarabajos, son el grupo de insectos más diverso del mundo. En él se encuentran, las catarinas, los gorgojos, las luciérnagas, los mayates y los pinacates, entre otros. Al igual que las mariposas, pasan por cuatro etapas en su vida: huevo, larva, pupa y adulto.
Como polinizadores son menos conocidos, pues lo hacen de forma ocasional cuando comen polen de las flores. Esto sucede con mayor frecuencia en lugares cálidos y en regiones áridas. Son de colores y texturas muy variadas. Su cuerpo es casi siempre ovalado y los caracteriza una cubierta dura que protege sus alas.


Mariposas y polillas
A lo largo de su vida, las mariposas pasan por 4 etapas diferentes: huevo, oruga, crisálida y adulta. Es en esta última etapa cuando las mariposas realizan sus labores como polinizadoras debido a que no tienen boca, no pueden masticar o morder, pero tienen una estructura muy sensible llamada probóscide, parecida a un largo y flexible popotillo, además, ¡saborean con sus patas! Al igual que las abejas y abejorros las mariposas se alimentan de varias flores y también se llenan del polen que permite la polinización mientras vuelan de flor en flor.
Es importante señalar que hay mariposas diurnas y nocturnas; estas últimas son las conocidas polillas. Las mariposas diurnas suelen tener colores más vivos y buscan las flores a través de la vista. En cambio, las polillas lo hacen a través del olfato, suelen ser más robustas y con pelo largo lo cual las mantiene abrigadas mientras vuelan en la noche.
Conoce más
¡Los polinizadores son pequeños héroes del planeta!
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